En los hormigones asfálticos y materiales bituminosos, la sustitución de los elementos de relleno o carga (filler) por cal adecuadamente dosificada mejora la resistencia al agua del firme, disminuye el envejecimiento y la fisura. La afinidad de la cal con los betunes y los agregados refuerza los enlaces en el interior de la estructura. El resultado es una capa asfáltica homogénea, compacta, duradera y sin problemas de grietas.