Se obtienen con un 10% de cal viva y un 90% de arena rica en silicio. Se mojan por prensado de la cal con la arena y el agua. El endurecimiento se produce con vapor de agua a presión en autoclaves y finalmente se enfrían en el aire produciéndose su carbonatación.

En los ladrillos silicio-calcáreos el uso de la cal activa la reacción puzolánica con la arena silícea y la arcilla produciéndose ladrillos de alto comportamiento mecánico y térmico.